Al ser proactivo, tomar decisiones calculadas y emprender acciones decisivas, un individuo puede influir en el curso de los acontecimientos a su favor. Esta idea fomenta una mentalidad empoderadora que se centra en la autodeterminación y en dar forma a la propia fortuna con un propósito. Este proverbio aboga por hacerse cargo de las circunstancias presentes para adaptarlas al destino o resultado preferido, en lugar de simplemente especular sobre un futuro invisible.