Se estima que una persona promedio pasa hasta el 30% de sus horas de vigilia soñando despierta. Sin embargo, algunas personas pueden soñar despiertas con más frecuencia o durante períodos más prolongados. Esto suele asociarse con ciertos rasgos de la personalidad, como la tendencia a ser imaginativo, creativo o introvertido. También puede verse influenciado por factores como el estrés, el aburrimiento o la falta de estimulación externa.
Soñar despierto ocasionalmente puede tener algunos beneficios, como brindar descansos mentales, facilitar la creatividad y ayudar con la resolución de problemas. Sin embargo, soñar despierto excesivamente puede interferir con la atención, la memoria, las interacciones sociales y la productividad. También puede ser un síntoma de afecciones de salud mental subyacentes, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), depresión o trastornos de ansiedad.
Si siente que soñar despierto interfiere con su vida diaria o le causa angustia, es una buena idea hablar con un profesional de la salud mental. Pueden evaluar la situación y proporcionar estrategias o tratamientos adecuados para afrontarla, si es necesario.