1. Actividad neurológica:el habla dormida se produce debido a un breve despertar del sueño con movimientos oculares no rápidos (NREM), particularmente durante la etapa más profunda del sueño NREM conocida como sueño de ondas lentas. Durante estos despertares, el cerebro está parcialmente despierto y puede participar en la producción del lenguaje, lo que lleva a la vocalización de palabras o frases.
2. Genética:Hablar dormido tiende a ser hereditario, lo que sugiere un componente genético. Los estudios han identificado genes asociados con el lenguaje y la regulación del sueño que pueden influir en la probabilidad de hablar dormido.
3. Trastornos del sueño:Hablar dormido es más frecuente en personas con ciertos trastornos del sueño, como la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas y la narcolepsia. Estas condiciones pueden alterar los patrones normales de sueño y aumentar el riesgo de hablar dormido.
4. Estrés y ansiedad:El estrés y la ansiedad pueden afectar la calidad del sueño y hacer que las personas sean más propensas a hablar dormidas. Los niveles elevados de estrés pueden alterar los patrones de sueño, lo que genera una mayor probabilidad de despertares y vocalizaciones parciales.
5. Consumo de alcohol y drogas:el consumo de alcohol o drogas recreativas antes de dormir puede alterar los patrones normales de sueño y aumentar la propensión a hablar dormido. Estas sustancias pueden interferir con la arquitectura del sueño y reducir el umbral de alteraciones del sueño, incluidas las vocalizaciones.
6. Medicamentos:Ciertos medicamentos, particularmente aquellos que afectan el sistema nervioso central, pueden tener efectos secundarios que incluyen hablar dormido. Estos medicamentos pueden alterar los patrones normales de sueño y aumentar el riesgo de sufrir alteraciones del sueño.
7. Condiciones de salud mental:Hablar dormido puede estar asociado con ciertas condiciones de salud mental, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Estas condiciones pueden afectar la calidad del sueño y contribuir a los episodios de hablar dormido.
Es importante tener en cuenta que hablar dormido suele ser inofensivo y no requiere tratamiento. Sin embargo, si hablar dormido interfiere con su calidad de sueño o la de otras personas, puede ser beneficioso consultar a un profesional de la salud para descartar cualquier afección médica subyacente y explorar posibles estrategias para controlar los episodios de hablar dormido.