Entonces, aunque no tienen "camas" designadas, las moscas suelen encontrar lugares protegidos para descansar durante la noche. Estos puntos pueden incluir:
- Grietas y hendiduras en paredes o techos.
- Debajo de hojas o cortezas sueltas.
- En pastos altos u otra vegetación.
- En alféizares o repisas de ventanas.
- Dentro de madrigueras de animales u otros espacios cerrados.
Al buscar estos lugares protegidos, las moscas pueden protegerse de los depredadores, conservar energía y evitar condiciones ambientales adversas durante la noche. Cuando vuelve la luz del día, reanudan sus actividades normales, como buscar comida, buscar pareja o dispersarse a nuevas áreas.