No existe evidencia científica que respalde la idea de que los amuletos de la felicidad existan o puedan traer felicidad. La felicidad es un concepto complejo y multifacético, influenciado por una variedad de factores como la genética, los rasgos de personalidad, las experiencias de vida y las relaciones sociales. Si bien ciertos objetos o actividades pueden provocar sentimientos temporales de alegría o placer, la felicidad duradera no se puede lograr únicamente a través de medios externos.