- La presencia de un motivo para cometer el delito.
- La oportunidad de cometer el delito.
- Los medios para cometer el delito.
- La existencia de un plan o acuerdo para cometer el delito.
- Pruebas de comunicación entre los conspiradores.
- Evidencia de acciones tomadas en apoyo de la conspiración.
Si se puede probar una conspiración consciente, puede resultar en el procesamiento penal de todos los conspiradores, incluso si no participaron directamente en el crimen.