- Pueden crear miedo y ansiedad. Las leyendas urbanas suelen incluir contenido aterrador o inquietante, como historias sobre crímenes violentos, seres sobrenaturales o maldiciones. Esto puede hacer que las personas sientan miedo o ansiedad, especialmente si creen que las historias son ciertas.
- Pueden difundir información errónea. Las leyendas urbanas suelen basarse en información falsa o exagerada, lo que puede difundir información errónea y llevar a la gente a creer cosas que no son ciertas. Esto puede ser perjudicial porque puede llevar a que las personas tomen malas decisiones o asuman riesgos innecesarios.
- Pueden promover la discriminación y los prejuicios. Las leyendas urbanas suelen contener estereotipos negativos sobre determinados grupos de personas o culturas, lo que puede promover la discriminación y los prejuicios. Por ejemplo, existen muchas leyendas urbanas sobre los afroamericanos que los describen como delincuentes o consumidores de drogas, lo que puede perpetuar estereotipos negativos sobre este grupo.
- Pueden explotar a personas vulnerables. Algunas leyendas urbanas se utilizan para estafar o explotar a personas vulnerables. Por ejemplo, existen muchas leyendas urbanas sobre curas "gratuitas" o "milagrosas" que pueden llevar a la gente a gastar dinero en productos que no funcionan.
- Pueden estar asociados a conductas delictivas. Las leyendas urbanas se han relacionado con una variedad de comportamientos criminales, incluidos crímenes de odio, tiroteos escolares e incluso terrorismo. Por ejemplo, el Ku Klux Klan ha utilizado leyendas urbanas para difundir el miedo y el odio hacia los afroamericanos, y algunos tiradores escolares se han inspirado en leyendas urbanas sobre ataques violentos a escuelas.
Es importante ser consciente de los daños potenciales de las leyendas urbanas y ser crítico con la información que escucha o lee. Si te preocupa una leyenda urbana, siempre puedes hablar con un adulto de confianza o hacer tu propia investigación para saber si es cierta.