No existe una edad determinada en la que terminan los sueños húmedos, ya que pueden variar de persona a persona. Algunas personas pueden dejar de tener sueños húmedos al final de la adolescencia o al comienzo de los veinte años, mientras que otras pueden continuar teniéndolos durante toda su vida. Sin embargo, los sueños húmedos suelen volverse menos frecuentes a medida que la persona envejece. Esto se debe a que los niveles de testosterona, que son responsables de provocar sueños húmedos, disminuyen con la edad.