A lo largo de la historia, las palabras del narrador transmiten una sensación de desorientación e inquietud, mientras luchan por comprender los acontecimientos que han ocurrido. Están plagados de un sentimiento de duda e incertidumbre, cuestionando sus propios recuerdos y percepciones. A medida que la historia alcanza su clímax, el tono del narrador se vuelve más intenso y desesperado, mientras intentan desentrañar la verdad detrás de su sueño y enfrentar la creciente sensación de temor que los consume.
En resumen, el tono principal del narrador de "¿Fue un sueño?" es uno de confusión, incertidumbre y temor creciente, lo que refleja su lucha por comprender las experiencias extrañas e inquietantes que han encontrado.