Si bien puedes dirigir el curso general de un sueño lúcido, es posible que no puedas controlar cada detalle. Por ejemplo, es posible que no puedas controlar la apariencia de ciertos personajes u objetos en el sueño, o que no puedas evitar que sucedan ciertos eventos.
Además, es importante recordar que los sueños lúcidos siguen siendo sueños y no siempre se rigen por las mismas reglas que la realidad. Esto significa que puedes experimentar cosas en un sueño lúcido que no son posibles en la vida real, como volar, teletransportarte o cambiar tu apariencia física.
Si descubre que está perdiendo el control de un sueño lúcido, hay algunas cosas que puede hacer para recuperar el control. Primero, puedes intentar concentrarte en tu respiración y recordarte que tienes el control. También puedes intentar visualizar un lugar o una persona segura, lo que puede ayudar a estabilizar el sueño. Finalmente, si te sientes abrumado, simplemente puedes cerrar los ojos y dejar que el sueño termine.