Actividad cerebral: Durante los sueños, el cerebro exhibe patrones de actividad únicos. La corteza prefrontal, que participa en funciones cognitivas superiores, muestra una actividad disminuida, mientras que el sistema límbico, que procesa emociones y recuerdos, se vuelve más activo. Este cambio en la actividad cerebral conduce a imágenes vívidas, emociones y escenarios irracionales que a menudo se asocian con los sueños.
Movimiento ocular rápido (sueño REM): La mayoría de los sueños ocurren durante el sueño REM, que se caracteriza por movimientos oculares rápidos debajo de los párpados. El sueño REM se asocia con un aumento de la actividad cerebral similar a cuando estás despierto, pero el cuerpo se encuentra en un estado de parálisis temporal, lo que te impide representar tus sueños.
Parálisis muscular: Durante el sueño REM, el cuerpo experimenta una parálisis temporal llamada atonía muscular. Esta parálisis le impide representar físicamente sus sueños, lo que podría causarle daño a usted mismo o a los demás. La parálisis está regulada por el tronco del encéfalo y es esencial para mantener la seguridad durante el sueño.
Frecuencia cardíaca y respiración: Durante el sueño, su ritmo cardíaco y sus patrones respiratorios pueden cambiar. Pueden volverse más rápidos o más lentos, o incluso irregulares en ocasiones. Estas fluctuaciones son normales y están relacionadas con el contenido emocional y la intensidad de los sueños.
Cambios en los niveles hormonales: Ciertas hormonas, como la melatonina y el cortisol, pueden experimentar cambios en sus niveles durante el sueño. La melatonina, que ayuda a regular el ciclo de sueño-vigilia, normalmente disminuye durante el sueño REM. El cortisol, una hormona del estrés, puede aumentar en respuesta a la naturaleza emocional de los sueños.
Actividad de ondas cerebrales: Los patrones de EEG (electroencefalograma) asociados con los sueños muestran una combinación de ondas cerebrales de alta frecuencia (bajo voltaje) y de baja frecuencia (alto voltaje). Este patrón es diferente de la actividad de las ondas cerebrales durante otras etapas del sueño y refleja la actividad cerebral única asociada con los sueños.
Actividad del sistema nervioso autónomo: El sistema nervioso autónomo, que controla funciones corporales involuntarias como la frecuencia cardíaca y la digestión, muestra una mayor actividad durante los sueños. Esto puede provocar sudoración, sonrojo o cambios en la temperatura corporal.
Estos cambios fisiológicos trabajan juntos para crear la experiencia rica e inmersiva de los sueños, caracterizada por imágenes vívidas, emociones y una sensación de desconexión de la realidad.