El número de planetas potencialmente habitables en el universo es enorme. En nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, hay miles de millones de estrellas, y es probable que muchas de estas estrellas tengan planetas orbitando alrededor de ellas. Algunos de estos planetas pueden estar en la zona habitable, donde la temperatura es la adecuada para que exista agua líquida en la superficie. El agua líquida es esencial para la vida tal como la conocemos, por lo que la presencia de agua líquida en un planeta es una buena indicación de que podría sustentar la vida.
Existen muchas similitudes entre la Tierra y otros planetas de nuestro sistema solar. Marte, Venus y Júpiter tienen atmósferas, y hay evidencia de que todos estos planetas alguna vez tuvieron agua líquida en sus superficies. Estas similitudes sugieren que es posible que otros planetas desarrollen condiciones propicias para la vida.
El descubrimiento de extremófilos en la Tierra ha demostrado que la vida puede existir en ambientes extremos. Los extremófilos son organismos que viven en entornos muy diferentes a aquellos en los que viven la mayoría de los demás organismos. Se pueden encontrar en aguas termales, respiraderos hidrotermales de aguas profundas e incluso en el vacío del espacio. El descubrimiento de extremófilos sugiere que la vida puede adaptarse a una amplia gama de condiciones, y esto aumenta la probabilidad de que pueda existir en otros planetas.
A pesar de estas razones para creer que puede existir vida en otros planetas, actualmente no hay evidencia definitiva de que así sea. La búsqueda de vida extraterrestre continúa y se espera que algún día finalmente podamos responder a la pregunta de si estamos solos o no en el universo.