A medida que envejecemos, nuestra piel pierde elasticidad y nuestras venas se vuelven más visibles. Esto es especialmente común en personas delgadas o de piel clara. La genética también influye, ya que algunas personas simplemente tienen más probabilidades de tener venas visibles que otras. Además, ciertos tipos de cuerpo, como aquellos con una estructura grande, tienen más probabilidades de tener venas visibles.
Si bien las venas visibles pueden ser un signo de presión arterial alta, no siempre es así. Si le preocupa su presión arterial, es importante que hable con su médico.