- Flujo sanguíneo alterado: Los glóbulos rojos falciformes son menos flexibles que los glóbulos rojos normales y tienen dificultades para pasar a través de los capilares estrechos. Esto puede obstruir el flujo sanguíneo, provocando hipoxia tisular e isquemia (falta de suministro de oxígeno) en diversos órganos y tejidos.
- Oclusión microvascular: Los glóbulos rojos en forma de hoz pueden agregarse y agruparse, formando grupos que pueden bloquear los vasos sanguíneos pequeños, particularmente en la microcirculación. Esta oclusión microvascular reduce aún más el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno a los tejidos.
- Hemólisis: La forma anormal y la fragilidad de los glóbulos rojos falciformes los hacen susceptibles a la destrucción (hemólisis) dentro del torrente sanguíneo. La destrucción de los glóbulos rojos libera hemoglobina, que puede dañar los tejidos y órganos circundantes y provocar complicaciones como ictericia y disfunción renal.
- Daño endotelial: La presencia de glóbulos rojos falciformes y las respuestas inflamatorias asociadas pueden causar daño a las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos. Este daño puede alterar la función normal del endotelio, perjudicando su capacidad para regular el flujo sanguíneo y mantener la integridad vascular.
- Lesiones isquémicas: La combinación de alteración del flujo sanguíneo, oclusión microvascular y hemólisis puede provocar lesiones isquémicas en diversos órganos y tejidos. Esto puede manifestarse como crisis de dolor, daño a órganos y complicaciones a largo plazo como derrame cerebral, insuficiencia renal y dolor crónico.
- Viscosidad aumentada: Los glóbulos rojos falciformes tienen una viscosidad (grosor) mayor que los glóbulos rojos normales. Este aumento de la viscosidad puede ralentizar el flujo sanguíneo, exacerbando los problemas asociados con la oclusión microvascular y la hipoxia tisular.
- Inflamación: Los glóbulos rojos falciformes y sus productos de descomposición pueden desencadenar respuestas inflamatorias dentro del cuerpo. La inflamación crónica puede contribuir al daño tisular y empeorar el curso clínico general de la anemia de células falciformes.