He aquí por qué:
* Los sueños no están bajo nuestro control consciente: Los sueños son una parte natural de la experiencia humana y a menudo están influenciados por pensamientos subconscientes, emociones y recuerdos. No son un reflejo de nuestro carácter moral o nuestra posición con Dios.
* El cristianismo se centra en el corazón, no en acciones: El cristianismo enfatiza la importancia de nuestras intenciones y motivaciones internas. Si bien la inmoralidad sexual está condenada en la Biblia, simplemente tener un sueño no equivale al pecado.
* Es importante separar la realidad de la fantasía: Los sueños a menudo son vívidos y realistas, pero no son realidad. Es importante distinguir entre el mundo físico y el mundo del sueño.
Si está luchando con pensamientos o sentimientos intrusivos sobre la sexualidad, es una buena idea hablar con un amigo, familiar o líder espiritual de confianza. . Pueden brindar apoyo y orientación para navegar estos pensamientos.
Recuerde, su relación con Dios se basa en la fe, el amor y el perdón. Él entiende tus luchas y quiere que vengas a él con tus preocupaciones.