Embarazo temprano: Si se encuentra en una fase muy temprana del embarazo, es posible que los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina o en la sangre no sean lo suficientemente altos como para detectarlos mediante una prueba de embarazo.
Sangrado de implantación: Algunas mujeres experimentan un ligero sangrado o manchado alrededor del momento de la implantación, entre 6 y 12 días después de la ovulación, lo que puede confundirse con un período leve.
Condiciones médicas: Ciertas afecciones médicas, como problemas de tiroides o desequilibrios hormonales, pueden provocar períodos irregulares.
Medicamentos: Algunos medicamentos, como las píldoras anticonceptivas o la terapia hormonal, también pueden provocar períodos irregulares.
Estrés: El estrés puede alterar su ciclo menstrual y provocar que su período se retrase.
Si le preocupa si está embarazada, puede realizar otra prueba de embarazo en unos días. Si aún tiene dudas, debe hablar con su médico.
Si el análisis de sangre u orina es negativo y aún crees que podrías estar embarazada, repite el análisis al cabo de una semana. Si la segunda prueba también es negativa y aún no te ha llegado la regla, acude a un profesional sanitario.