Normalmente, los dientes frontales superiores deben superponerse ligeramente a los dientes frontales inferiores, lo que se conoce como resalte, cuando las mandíbulas de una persona están cerradas. Sin embargo, en algunos casos, la sobremordida puede ser más pronunciada, lo que hace que los dientes frontales inferiores se extiendan más hacia adelante que los dientes frontales superiores. Esto puede crear la ilusión de dientes de vampiro.
La sobremordida de dientes caninos o maloclusión de Clase III puede ocurrir debido a varios factores, que incluyen:
- Genética hereditaria y discrepancias en la mandíbula:algunas personas pueden tener una predisposición genética a tener una mandíbula inferior grande o una mandíbula superior más pequeña, lo que hace que los dientes frontales inferiores se superpongan a los dientes frontales superiores.
- Patrones anormales de crecimiento facial:ciertos problemas de desarrollo durante la infancia pueden afectar el crecimiento y la alineación de las mandíbulas y los dientes, provocando una sobremordida.
- Variaciones esqueléticas:Ocasionalmente, diferencias esqueléticas subyacentes en la cara y la mandíbula pueden hacer que la mandíbula inferior se posicione hacia adelante, lo que resulta en una sobremordida.
Las personas con sobremordida de un diente canino también pueden experimentar complicaciones funcionales, como dificultad para hablar o morder. En algunos casos, la afección puede causar un desgaste excesivo de los dientes y afectar su salud bucal en general.
El diagnóstico y tratamiento de la sobremordida de dientes caninos implica una evaluación exhaustiva por parte de un dentista u ortodoncista. Las opciones de tratamiento pueden incluir el uso de aparatos de ortodoncia, como aparatos ortopédicos o alineadores transparentes, para corregir la alineación de los dientes y la mandíbula con el tiempo. En casos graves, puede ser necesaria una cirugía para corregir las discrepancias esqueléticas subyacentes.