Las lunas nuevas son tradicionalmente un tiempo de limpieza, preparación y plantación. Esos rituales pueden haber evolucionado a partir de las observaciones de los primeros agricultores de que las semillas plantadas durante la luna nueva crecían mejor que las plantadas en otros momentos, lo que lleva a que las lunas nuevas se conviertan en un momento de siembra.
Este puede ser un enfoque fructífero para incorporar a la vida moderna. Si bien la mayoría de nosotros no tenemos tierra literal para labrar, nuestros cuerpos son nuestros
los jardines y nuestras voluntades son nuestros jardineros, (Shakespeare dijo eso) por lo que cuidarlos con la diligencia y el cariño que le podemos dar a un jardín es tanto una hermosa perspectiva como un saludable hábito.
Cómo crear un ritual de luna nueva:
1. Elige tu lugar.
Elige un lugar para realizar tu ritual. Puede ser un rincón de tu casa o algún lugar al aire libre. Trate de elegir un lugar que permanezca intacto con el tiempo y al que pueda regresar durante futuras lunas llenas y nuevas. Decóralo con una pareja
de objetos inspiradores.
2. Limpiar.
Prepare el espacio limpiándolo (primero, asegúrese de que también esté simplemente limpio). Enciende incienso o una vela, usa una flor o alguna salvia para limpiar el aire.
3. Enfoque.
Elimine las distracciones y concédase al menos unos minutos de tranquilidad y tranquilidad. Respira, despeja tu mente, relájate y considera
gentilmente qué es lo que te gustaría "plantar".
4. Siembra una semilla.
Visualiza el nacimiento de tu deseo. Véalo comenzando. No apresures nada, pero imagínalo echando raíces y comenzando el proceso de crecimiento. Si es útil escribir su intención o proyectarla mentalmente en un objeto (como un cristal, una foto o
recuerdo) definitivamente lo hará.
5. Cerrar.
Exprese gratitud hacia usted mismo y hacia lo que lo rodea por el regalo de tiempo y espacio para el ritual. Luego, anota la fecha de la próxima luna llena, que es cuando tu pequeña semilla habrá crecido hasta su próxima etapa de vida. Planee pasar uno o dos minutos todos los días hasta entonces para recordar su semilla. Mentalmente, riega, desmaleza y ¡contrólalo!
Como puede ver, esta práctica es aconfesional, emplea una variedad de elementos que forman hábitos y puede ser valiosa para fines personales o
bienestar profesional, independientemente de su estilo de vida o creencias espirituales.