La superstición de que trae mala suerte abrir un paraguas negro por dentro proviene de la época victoriana, cuando los paraguas solían estar hechos de tela impermeable tratada con cera o grasa. Si se abría un paraguas en el interior, la cera o la grasa podían gotear sobre los muebles o la ropa, lo que se consideraba desafortunado. Por eso, en caso de duda, es aconsejable abrir el paraguas negro afuera.