Las pesadillas son sueños vívidos que provocan miedo, terror o sentimientos de impotencia. Muchos adultos tienen pesadillas de vez en cuando, pero sólo un pequeño porcentaje las experimenta con frecuencia. Aunque atemorizantes, las pesadillas no suelen ser un signo de un trastorno psiquiátrico y rara vez alteran los patrones de sueño. Los terrores nocturnos, en cambio, se caracterizan por despertares bruscos acompañados de confusión y miedo intenso. El individuo no puede recordar el sueño durante un terror nocturno, que es más probable que ocurra durante el primer tercio de la noche, a menudo en la infancia o la adolescencia. Los terrores nocturnos también son raros y no necesariamente indican una enfermedad mental.
Pesadillas y parálisis del sueño
La parálisis del sueño es una incapacidad temporal para moverse o hablar que ocurre al quedarse dormido o al despertar. Suele durar varios segundos y suele ir acompañado de alucinaciones vívidas y oníricas. La parálisis del sueño puede ocurrir ocasionalmente en personas sanas, pero puede volverse más frecuente en personas con trastornos de ansiedad o narcolepsia. Puede alterar significativamente los patrones de sueño y empeorar los síntomas de ansiedad.
Cuándo buscar atención médica
Si bien la aparición ocasional de pesadillas o parálisis del sueño no suele ser motivo de preocupación, puede ser necesario buscar atención médica si se vuelven frecuentes o alteran gravemente el sueño y el funcionamiento diario. Una evaluación realizada por un profesional de la salud, como un especialista en sueño o un proveedor de salud mental, puede ayudar a identificar cualquier afección médica subyacente o trastorno de salud mental que pueda estar causando estos episodios. Las opciones de tratamiento pueden incluir ajustes en el estilo de vida, técnicas de relajación, terapia cognitivo-conductual o medicamentos.