En el judaísmo, el hexagrama está asociado con el rey David, de quien se dice que lo usó como su sello personal. Las seis puntas de la estrella representan los seis días de la creación y el círculo representa el séptimo día, el sábado. El hombre del centro a menudo se interpreta como el propio rey David.
En otras culturas, el hexagrama tiene significados diferentes. En algunas culturas, se considera un símbolo de protección, mientras que en otras se considera un símbolo de poder o sabiduría. El hexagrama también se utiliza en algunas prácticas ocultistas, donde se dice que tiene poderes mágicos.
En general, el Sello de Salomón es un símbolo poderoso y versátil que se ha utilizado en muchas culturas y religiones durante siglos. Su significado puede variar según el contexto en el que se utilice.