Aquí hay algunas razones específicas por las que la Iglesia Católica se opone a las cartas del tarot:
1. Adivinación :La Iglesia enseña que la adivinación, o la práctica de intentar obtener conocimiento del futuro a través de medios sobrenaturales, es pecaminosa. Esto incluye el uso de herramientas como cartas del tarot, bolas de cristal o tablas Ouija. Según el Catecismo de la Iglesia Católica, "toda forma de adivinación debe ser rechazada" (CCC 2116).
2. Superstición :Las cartas del Tarot a menudo se consideran una herramienta supersticiosa, basada en la creencia de que las cartas pueden revelar verdades ocultas o predecir el futuro. La Iglesia advierte contra la superstición, que implica atribuir poder o significado a ciertos objetos o acciones más allá de su explicación natural o racional.
3. Falta de fe en la Divina Providencia :El uso de las cartas del tarot sugiere una falta de confianza en la providencia y el plan de Dios para nuestras vidas. La Iglesia enseña que los cristianos deben confiar en la oración, las Escrituras y la guía del Espíritu Santo en lugar de buscar el conocimiento del futuro por medios externos.
4. Distracción del crecimiento espiritual :La Iglesia anima a los creyentes a centrarse en su crecimiento espiritual y su relación con Dios. Las cartas del tarot pueden convertirse en una distracción de esta búsqueda, ya que las personas pueden preocuparse por interpretar los significados de las cartas o buscar orientación en ellas en lugar de buscar la voluntad de Dios.
5. Posible uso indebido :La Iglesia reconoce que las cartas del tarot pueden utilizarse indebidamente con fines manipuladores, como explotar a personas vulnerables o promover prácticas nocivas. Para proteger a sus miembros de posibles daños espirituales, la Iglesia aconseja precaución y discernimiento en el uso de las cartas del tarot y otras formas de adivinación.
Es importante señalar que la posición de la Iglesia sobre las cartas del tarot se basa en sus enseñanzas teológicas y morales, y no en ninguna evidencia empírica de la eficacia o precisión de las cartas. La Iglesia alienta a sus miembros a buscar guía y dirección a través de la oración, los sacramentos y la sabiduría de la comunidad de la Iglesia en lugar de depender de las cartas del tarot u otras formas de adivinación.