1. Curación del ciego: Mientras residía en el Palacio de Dunfermline, Santa Margarita se encontró con un ciego que buscaba desesperadamente recuperar la vista. Llena de compasión, lavó los ojos del hombre y oró fervientemente. Milagrosamente, el hombre recuperó la visión y se alegró de gratitud por su nueva vista.
2. Calmar el mar durante una tormenta: Durante un peligroso viaje a través del Mar del Norte hacia Escocia, Santa Margarita se encontró con una violenta tormenta que amenazó con hundir el barco que la transportaba a ella y a sus compañeros. Ante un peligro inminente, Santa Margarita recurrió a la oración y las furiosas olas amainaron instantáneamente, trayendo calma al mar y salvando sus vidas.
3. Resurrección de los Muertos: Uno de los milagros más famosos de Santa Margarita fue el de la resurrección de un niño pequeño. Llena de dolor por la pérdida de su hijo, una madre angustiada pidió a Santa Margarita la intervención divina. Santa Margarita oró fervientemente por el niño y, milagrosamente, el niño volvió a la vida, trayendo una inmensa alegría a la afligida madre.
Estos tres milagros ilustran el profundo poder espiritual de Santa Margarita y el favor divino de que gozó. A través de su fe inquebrantable, Santa Margarita trajo consuelo, sanación y esperanza a los necesitados, solidificando su reputación como una santa venerada en Escocia y más allá.