Libros: Los libros relacionados con las experiencias, la fe o la cultura en la que sirvieron del misionero son obsequios reflexivos que pueden servir como recordatorio de su servicio.
Tarjetas de regalo: Las tarjetas de regalo para librerías, restaurantes u otras tiendas permiten al misionero elegir algo que realmente quiere o necesita.
Artículos hechos a mano: Los obsequios hechos a mano, como colchas, artículos tejidos u obras de arte, pueden mostrarle al misionero cuánto los valoran y aprecian.
Decoraciones del hogar: Los artículos que pueden mejorar su espacio vital, como fotografías enmarcadas, artículos decorativos o electrodomésticos, pueden hacer que el misionero se sienta más cómodo y tranquilo después de regresar a casa.
Ropa: La ropa con símbolos o motivos religiosos, como camisetas, sombreros o joyas, pueden ser obsequios significativos que le recuerden al misionero su servicio.
Recuerdos: Los artículos que tienen valor sentimental, como una fotografía enmarcada del misionero con las personas a las que sirvió, un diario o álbum de recortes que documente sus experiencias, o un certificado de agradecimiento, pueden ser recuerdos preciados de su misión.
Delicias locales: Si el misionero sirvió en un país diferente, los obsequios de delicias o especialidades locales pueden permitirle seguir disfrutando de los sabores y recuerdos de su misión.
Obsequios en efectivo o monetarios: Las donaciones en efectivo o monetarias son prácticas y flexibles, y permiten al misionero utilizar los fondos según sea necesario para diversos gastos.
Es importante considerar las preferencias y necesidades personales del misionero al elegir los regalos. Algunos misioneros tal vez prefieran artículos prácticos que puedan ayudarlos a adaptarse a la vida después de su misión, mientras que otros tal vez aprecien obsequios más sentimentales que les recuerden su servicio.