Algunas enseñanzas religiosas asocian la brujería con el mal y las fuerzas de la oscuridad, mientras que otras la ven como un aspecto neutral o positivo de la espiritualidad. Es importante abordar la brujería y cualquier práctica espiritual con respeto, sentido común y una fuerte orientación moral.
En última instancia, el juicio sobre el alma y el concepto del infierno son cuestiones de fe, y estas nociones varían ampliamente según las diversas perspectivas religiosas y culturales.