1. Quemar en la hoguera:El castigo más infame asociado con la brujería fue la quema en la hoguera. Las brujas acusadas eran atadas a un poste o estaca de madera y quemadas vivas en público como una forma de espectáculo. Este método fue ampliamente utilizado en Europa y partes de América.
2. Ahorcamiento:El ahorcamiento era otro castigo frecuentemente empleado por las brujas. De manera similar a la quema, se llevaron a cabo ahorcamientos públicos para disuadir posibles brujerías y servir como advertencia a la comunidad.
3. Ahogamiento:En algunas regiones, las brujas acusadas eran sometidas a un método llamado "natación". Fueron atados y arrojados a un cuerpo de agua. Si la persona se hundía y se ahogaba, se la consideraba inocente, pero si se mantenía a flote, se la consideraba culpable de brujería.
4. Lapidación:En varios casos, las comunidades lapidaron hasta la muerte a las brujas acusadas. Este método consistía en arrojar piedras a la persona hasta que muriera.
5. Pinchazo de brujas:Antes de ser sometidos a castigos más extremos, las personas sospechosas de brujería a menudo eran examinadas mediante el proceso de pinchazo de brujas. Los pinchadores de brujas especialmente designados utilizaban alfileres o agujas afiladas para buscar la "marca del diablo" o la "marca de la bruja" en el cuerpo del acusado. Se creía que estas marcas indicaban un pacto con el diablo y proporcionaban motivo para un castigo adicional.
6. Tortura:Antes de la ejecución, las brujas acusadas pueden soportar diversas formas de tortura para obtener confesiones. Los métodos de tortura pueden variar desde un dolor físico insoportable, como estiramientos, quemaduras y azotes, hasta angustia psicológica mediante la privación del sueño y el aislamiento.
7. Confiscación de bienes:Además de los castigos físicos, las autoridades confiscaban a menudo las pertenencias y bienes de las brujas condenadas. Esto dejó a sus familias en la indigencia y aún más marginadas.
8. Excomunión:En áreas fuertemente influenciadas por la iglesia, las brujas acusadas enfrentaban el castigo de excomunión. Fueron expulsados de la comunidad eclesial y se les negó el acceso a los sacramentos y servicios religiosos.
Es importante señalar que no todas las brujas acusadas fueron castigadas severamente y algunas finalmente fueron exoneradas. A medida que avanzaron la racionalidad y la comprensión científica, la histeria de la caza de brujas disminuyó gradualmente, lo que finalmente llevó al fin de estas horribles prácticas.