No existe evidencia científica que respalde la existencia de fantasmas. A pesar de siglos de investigación, nunca se ha demostrado científicamente que exista ningún fantasma.
Las afirmaciones de actividad fantasmal a menudo se atribuyen a lo siguiente:
- Interpretaciones erróneas de fenómenos naturales (como sombras, reflejos de luz y crujidos y gemidos de edificios antiguos)
- Sueños o alucinaciones
- Falsificaciones y engaños
- Identificación errónea de enfermedades mentales o condiciones neurológicas.
Estos son algunos de los desafíos que implica probar la existencia de fantasmas:
* Los fantasmas son incorpóreos por definición, lo que significa que carecen de forma o cuerpo físico. Por lo tanto, son inmunes a herramientas y dispositivos diseñados para medir o investigar características físicas como la temperatura, la masa y las señales electromagnéticas.
* La mayoría de los casos afirmados de actividad fantasmal carecen de un comportamiento o interacción consistente con el mundo físico. Los testigos a menudo informan haber encontrado el mismo tipo de fenómeno, sólo para que ese fenómeno desaparezca repentinamente sin dejar rastro o explicación clara. Esta inconsistencia hace que la observación confiable sea excepcionalmente difícil, ya que los encuentros con fantasmas rara vez ocurren de la misma manera dos veces.
* Simplemente hay una falta de investigación sólida. A pesar del continuo interés y especulación sobre la presencia de fantasmas, pocos estudios científicos serios sobre el tema han arrojado evidencia prometedora o avances significativos. Sin un análisis sistemático y datos empíricos, cualquier conclusión no debe ser concluyente.
En general, la incapacidad de producir evidencia repetible arroja dudas constantemente sobre la idea de la existencia de fantasmas. Actualmente, el consenso científico se basa en la ausencia de evidencia empírica sustancial que confirme su presencia. Sin embargo, el hecho de que no hayamos encontrado algo en un experimento o estudio de investigación científica no significa que definitivamente no exista o que no puedan surgir más pruebas del concepto dentro de nuevos modelos teóricos o experimentos basados en nuevos conocimientos del futuro.