Hay una serie de argumentos tanto a favor como en contra de la existencia de fantasmas. Algunas personas afirman haber tenido encuentros personales con fantasmas, mientras que otras creen que estos encuentros pueden explicarse por fenómenos naturales, como alucinaciones, parálisis del sueño o factores psicológicos. No existe evidencia científica que demuestre o refute la existencia de fantasmas, por lo que la cuestión permanece abierta a interpretación.
En última instancia, creer o no en fantasmas es una elección personal. No hay una respuesta correcta o incorrecta, y no hay forma de saberlo con seguridad en ninguno de los dos casos.