* Ruidos inexplicables, como pasos, golpes o voces.
* Objetos que se mueven o desaparecen por sí solos.
* Sombras o apariciones que aparecen de la nada.
* Sentimientos de ser observado o tocado cuando no hay nadie.
*Cambios de temperatura o iluminación sin motivo aparente.
* Olores extraños o esencias que no se pueden identificar.
* Aparatos eléctricos que se encienden o apagan solos.
* Animales que actúan de manera extraña, como ladrar o gruñir al espacio vacío.
* Sentimientos de inquietud o pavor que no se pueden explicar.
* Puertas o ventanas que se abren o cierran solas.
Es importante tener en cuenta que no todos estos signos indican necesariamente la presencia de fantasmas o espíritus. Algunas de ellas podrían tener explicaciones naturales o psicológicas. Si experimenta alguno de estos fenómenos, siempre es una buena idea descartar otras posibles causas antes de concluir que un lugar está embrujado.