1. Protección: La sal a menudo se coloca en puertas, ventanas y otros puntos de entrada a un hogar o espacio sagrado para evitar la entrada de espíritus malignos o energía negativa. A veces también se rocía alrededor de muebles, camas o artículos personales para protección personal.
2. Purificación: La sal se utiliza en baños y rituales de purificación espiritual para limpiar personas y objetos de influencias negativas o maldiciones. También se cree que promueve la curación y el rejuvenecimiento espiritual.
3. Romper maldiciones: En el vudú, la sal a veces se usa en rituales para romper maldiciones o maleficios. Se cree que el uso de sal de esta manera interrumpe el poder de la maldición y ayuda a neutralizar sus efectos nocivos.
4. Mejora espiritual: Se considera que la sal mejora la potencia de ciertos rituales y hechizos. A veces se agrega a elementos rituales, ofrendas u oraciones para darles mayor poder y eficacia.
5. Ofrenda y Comunión: A veces la sal se ofrece como sacrificio a los espíritus, deidades o ancestros en ceremonias vudú. Sirve como muestra de respeto y gratitud, fomentando la conexión espiritual y la comunión.
6. Cruce de límites: La sal se utiliza a veces para crear límites o barreras simbólicas en los rituales vudú. Se cree que al rociar sal alrededor de un área específica se crea un espacio sagrado o protegido que no puede ser cruzado fácilmente por fuerzas dañinas.
En general, el uso de la sal en el vudú está profundamente arraigado en la creencia en sus propiedades protectoras, limpiadoras y purificadoras, que sirven para diversos propósitos espirituales y protegen al practicante de cualquier daño.