- Ruidos inexplicables como pasos, golpes o susurros.
- Lugares fríos o áreas con corrientes de aire, incluso cuando las ventanas y puertas están cerradas
- Luces parpadeantes o interferencias eléctricas.
- Puertas o ventanas que se abren o cierran inexplicablemente
- Olores o aromas extraños, especialmente si son desagradables
- Sensación de ser observado o seguido, incluso cuando está solo.
-Objetos que se mueven o desaparecen sin explicación
-Cambios bruscos de temperatura.
-Figuras de sombras o siluetas traslúcidas de destellos fugaces
-Comportamiento animal inusual, como mascotas que ladran en un espacio vacío.
-Dispositivos electrónicos que funcionan mal o actúan de manera extraña.
-Sentir que te tocan o te rozan.
-Nombres susurrados o voces irreconocibles.
Es importante recordar que estos signos también pueden ser causados por otros fenómenos naturales o factores externos, y no necesariamente indican la presencia de un fantasma.