Muchas culturas alrededor del mundo tienen folklore, leyendas y sistemas de creencias que incorporan la existencia de fantasmas o espíritus, y estas creencias se han transmitido de generación en generación. Sin embargo, no existe una definición o explicación única y universalmente aceptada de lo que constituye un fantasma. En algunos casos, se dice que los fantasmas son espíritus de personas fallecidas que tienen asuntos pendientes o vínculos emocionales con el mundo de los vivos, mientras que otros sistemas de creencias sostienen que los fantasmas son entidades completamente separadas.
Desde un punto de vista científico, algunas experiencias paranormales o avistamientos de fantasmas pueden explicarse por fenómenos naturales, como interpretaciones erróneas de sombras, reflejos o pareidolia (la tendencia a percibir formas o patrones significativos en estímulos aleatorios). Además, los factores psicológicos, como la falta de sueño, el estrés o el duelo, pueden contribuir a alucinaciones o experiencias que pueden percibirse como fantasmales.
A pesar de estas posibles explicaciones, todavía hay algunos fenómenos inexplicables asociados con fantasmas y apariciones que permanecen fuera del alcance de la comprensión científica actual. Algunos investigadores y entusiastas investigan afirmaciones paranormales utilizando diversos métodos científicos, como equipos electrónicos y cámaras infrarrojas, en un intento de recopilar evidencia tangible de actividad fantasmal. Sin embargo, estos métodos a menudo son criticados por su falta de estándares científicos rigurosos y la posibilidad de generar falsos positivos.
En última instancia, la existencia de fantasmas sigue siendo un tema de debate constante y no existe una respuesta definitiva que satisfaga todos los puntos de vista. Mientras que algunas personas creen en fantasmas y fenómenos paranormales basados en experiencias personales o tradiciones culturales, otras se mantienen escépticas hasta que se les presenta evidencia científica concreta.