* Cambios bruscos de temperatura. Un descenso repentino de la temperatura, especialmente si no hay otra explicación obvia, podría ser una señal de que un fantasma está presente.
* Ruidos extraños. Escuchar ruidos inexplicables, como pasos, golpes o susurros, podría ser una señal de un fantasma.
* Apariciones. Ver una figura o una sombra fantasmal es la señal más obvia de un fantasma.
* Actividad de poltergeist. La actividad poltergeist, como los objetos que se mueven o se rompen por sí solos, a menudo se atribuye a los fantasmas.
* Sentir una presencia. Algunas personas creen que pueden sentir la presencia de un fantasma, incluso si no pueden verlo ni oírlo.
Es importante señalar que estas son sólo creencias y supersticiones, y no existe evidencia científica que las respalde. Si experimenta alguno de estos signos, lo más probable es que exista una explicación natural, como una corriente de aire, un suelo chirriante o un fenómeno psicológico.