1. Folclore de Europa del Este :En el folclore eslavo, la creencia en los vampiros (upirs o vishchi) está profundamente arraigada. Según estas tradiciones, los vampiros se crean cuando una persona muere prematuramente, a menudo como resultado de una muerte violenta, suicidio o excomulgación de la iglesia. Se creía que su alma no podía encontrar descanso y permanecía atrapada dentro de su cuerpo, convirtiéndolos en criaturas no muertas que necesitaban alimentarse de sangre humana.
2. Mitología griega :En la mitología griega, ciertas historias mencionan la idea de seres sobrenaturales bebedores de sangre. Por ejemplo, las Empusae, demonios femeninos con piernas de bronce y sed de sangre humana, se consideran los primeros prototipos de vampiros. Si bien no son exactamente sinónimos de las concepciones modernas de los vampiros, estas figuras míticas contribuyeron a las imágenes y leyendas populares que rodean a las criaturas sedientas de sangre.
3. Folclore rumano :En el folclore rumano, el concepto de strigoi o strigoi morti ("muertos") abarca varios tipos de seres no muertos, incluidos vampiros, moroi y pricolici. Se creía que estas criaturas salían de la tumba y deambulaban por la noche, atacando a los vivos y causando daño a la comunidad.
4. Leyendas de Transilvania :Transilvania, una región de Rumania, a menudo se asocia con la tradición de los vampiros. La figura de Vlad el Empalador, un gobernante del siglo XV conocido por su brutalidad, ha sido mitificada y a menudo vinculada al concepto de vampirismo.
Es importante tener en cuenta que, si bien estos son algunos de los orígenes de los vampiros comúnmente citados, existen variaciones e interpretaciones entre diferentes culturas, regiones y períodos de la historia.