1. Ruidos extraños: Golpes, pasos u otros sonidos inexplicables provenientes de habitaciones o áreas desocupadas.
2. Fluctuaciones de temperatura: Escalofríos repentinos o puntos cálidos en ciertas áreas de la casa, incluso cuando el termostato está configurado a una temperatura constante.
3. Apariciones o sombras: Ver figuras de personas o sombras moviéndose por la casa, especialmente en visión periférica.
4. Movimientos bruscos de objetos: Objetos movidos o reorganizados sin intervención humana, como puertas que se abren o cierran solas.
5. Perturbaciones eléctricas: Luces parpadeantes, electrodomésticos que se encienden o apagan solos u otras averías eléctricas sin una explicación clara.
6. Olores o aromas desagradables: Olores o fragancias inexplicables que aparecen y desaparecen repentinamente.
7. Sentimiento de malestar o pavor: Una sensación persistente de ser observado o seguido, una sensación de ansiedad o miedo que no puede atribuirse a una causa conocida.
8. Alteraciones durante el sueño: Pesadillas, parálisis del sueño o sensación de presencia en el dormitorio.
9. Comportamiento animal extraño: Mascotas o animales que actúan de manera extraña, como mirar fijamente espacios vacíos, ladrar o gruñir a cosas invisibles o negarse a entrar a ciertas áreas de la casa.
10. Comunicación: Escuchar voces, sentir un toque físico cuando no hay nadie presente o recibir mensajes a través de sueños o escritos.
11. Mal funcionamiento de la electrónica: Los dispositivos, como teléfonos, computadoras o televisores, se encienden o apagan solos o pueden mostrar comportamientos extraños.
12. Luces inexplicables: Orbes de luz, puntos brillantes inexplicables o sombras que se mueven inesperadamente.
Es importante tener en cuenta que no todos estos signos indican necesariamente una aparición. En ocasiones podrían deberse a causas naturales o ambientales. Si le preocupan experiencias inusuales en su hogar, puede resultar útil hablar con un profesional, como un psicólogo, psiquiatra o un investigador paranormal.