El cerebro humano utiliza señales eléctricas y químicas para procesar y transmitir información dentro de su red neuronal. Estas señales son relativamente débiles y se disipan rápidamente, lo que hace poco probable que puedan transmitirse directamente a otro cerebro sin intermediarios físicos como ondas sonoras, ondas de luz o radiación electromagnética.
Si bien continúa la investigación científica sobre la telepatía y otras formas de percepción extrasensorial, no hay evidencia concluyente que respalde su existencia.