- Sed de sangre: Los vampiros suelen estar impulsados por el deseo de sangre, que necesitan para sobrevivir. Esto puede llevarlos a actuar de manera depredadora, buscando víctimas de las cuales alimentarse.
- Sensibilidad a la luz solar: Los vampiros suelen resultar dañados por la luz solar, que puede provocar que se quemen o se desintegren. Esto puede llevarlos a ser nocturnos, evitando las actividades diurnas.
- Fuerza y velocidad sobrehumanas: A menudo se representa a los vampiros con fuerza, velocidad y agilidad sobrehumanas. Esto puede darles una ventaja en el combate y hacerlos difíciles de atrapar.
- Encanto hipnótico: Los vampiros a veces tienen la capacidad de hipnotizar o encantar a sus víctimas, haciéndolas más susceptibles a su influencia. Esto puede ayudarles a atraer a las víctimas y alimentarse de ellas más fácilmente.
- Inmortalidad: Los vampiros a menudo son representados como inmortales, o al menos extremadamente longevos. Esto puede llevarlos a tener una visión distante o cínica de la vida, ya que han visto ir y venir a innumerables generaciones.
- Romance: Los vampiros a menudo son retratados como románticos y seductores, pero sus relaciones con los humanos pueden ser complicadas y peligrosas, debido al riesgo de que el vampiro dañe o convierta a su amante mortal.
- Villano: Los vampiros a menudo son representados como villanos, o al menos moralmente ambiguos. Su necesidad de sangre puede llevarlos a cometer actos de violencia y manipulación, pero también pueden ser retratados como figuras trágicas o antihéroes, luchando con su naturaleza y sus deseos.