En estos contextos, Scarlet a menudo es retratada como un poderoso demonio femenino asociado con el fuego, la ira y la destrucción. A veces se la describe con una apariencia ardiente, con cabello rojo, ojos rojo fuego y piel oscura o rojiza. Scarlet puede asociarse con conceptos como ira, pasión, venganza y emociones incontroladas.
Es importante señalar que la existencia y naturaleza de los demonios, incluida Scarlet, no están científicamente probadas y se basan en gran medida en creencias religiosas o mitológicas. Diferentes culturas, folclore y obras de ficción pueden tener distintas interpretaciones de los demonios y sus nombres, y puede haber múltiples entidades conocidas como "Escarlata" en diversos sistemas de creencias y obras de ficción.