2. Identificación errónea de animales acuáticos: Algunos avistamientos de sirenas pueden deberse a identificaciones erróneas de animales acuáticos. Criaturas como manatíes, focas y delfines tienen características físicas y comportamientos que, desde la distancia o bajo ciertas condiciones, podrían confundirse con sirenas.
3. Bulos y pruebas fraudulentas: A lo largo de la historia, ha habido casos de engaños y pruebas fabricadas presentadas como prueba de la existencia de sirenas. Por ejemplo, en el siglo XIX, los supuestos restos de una sirena llamada "Sirena Feejee" se exhibieron como parte de una exposición itinerante, pero luego se reveló que era un engaño.
4. Creencias sobrenaturales y tradiciones culturales: Para muchas personas, la creencia en las sirenas está vinculada a tradiciones culturales, mitología y creencias sobrenaturales. En ciertas culturas, las sirenas son vistas como símbolos de belleza, misterio o sabiduría, lo que contribuye a su atractivo duradero y a la creencia en su existencia.
5. Falta de evidencia científica: Si bien la ciencia no ha encontrado pruebas concluyentes que demuestren la existencia de las sirenas, la ausencia de pruebas no significa necesariamente que no existan. Para algunas personas, la posibilidad de que existan criaturas acuáticas no descubiertas deja espacio para creer en las sirenas.
6. Encuentros personales y relatos de testigos presenciales: Algunas personas afirman haber tenido encuentros personales o haber avistado sirenas. Si bien estas experiencias anecdóticas no pueden verificarse científicamente, pueden contribuir a la creencia en las sirenas de quienes creen en los relatos.