1. Miedo y temor:Muchas personas quedaron asombradas y llenas de temor al presenciar el poder milagroso de Jesús sobre los demonios. Estaban asombrados por Su autoridad y control sobre el reino sobrenatural, reconociendo que tal poder era de naturaleza divina.
2. Preocupación por la pérdida de propiedad:Los dueños de los cerdos que se ahogaron debido a que los demonios entraron en ellos estaban comprensiblemente molestos. Experimentaron pérdidas financieras y es posible que se hayan sentido responsables de la destrucción de su medio de vida. Este aspecto del evento provocó cierta preocupación y decepción entre quienes valoraron el impacto económico de la industria porcina.
3. División de opiniones:A medida que se difundió la noticia del incidente, surgieron diferentes opiniones dentro de la comunidad. Algunas personas creían que Jesús era una amenaza para su forma de vida y sustento. Otros lo vieron como un peligro potencial debido a sus enseñanzas poco convencionales y sus enfrentamientos con las autoridades religiosas.
4. Rechazo de la población local:La reacción de la población de la región donde ocurrió el incidente fue finalmente negativa. Le pidieron a Jesús que se fuera y se alejara de su territorio. Este rechazo se debió en parte al miedo a lo desconocido y al deseo de preservar sus creencias y prácticas tradicionales.
Es importante señalar que la narración de Jesús arrojando los demonios de la legión a los cerdos se encuentra en diferentes relatos de los Evangelios (Mateo 8:28-34, Marcos 5:1-20 y Lucas 8:26-39). Si bien las reacciones específicas de la gente pueden variar ligeramente según los diferentes relatos, el sentimiento general retratado es que hubo reacciones encontradas, que van desde el miedo y el asombro hasta la preocupación por las pérdidas financieras y el rechazo de la población local.