En la cultura occidental contemporánea, Eros sigue siendo una figura simbólica utilizada en diversos contextos, incluido el arte, la literatura y la cultura popular, para representar el concepto de amor y deseo. Sin embargo, la creencia en Eros como un ser divino real se limita principalmente a quienes practican la religión helénica o griega antigua, que es un movimiento pagano moderno que busca revivir las prácticas religiosas de la antigua Grecia.
En general, si bien todavía se puede mencionar o hacer referencia a Eros en las discusiones modernas sobre el amor y el deseo, la creencia en él como deidad religiosa se limita a una pequeña fracción de la población.