El concepto de vida futura y del alma es culturalmente diverso y varía ampliamente entre las tradiciones religiosas y los sistemas de creencias espirituales. Algunos sistemas de creencias proponen que el alma sufre alguna forma de transición después de la muerte, evolucionando, fusionándose con una conciencia más amplia o reencarnando en diversas formas.
En estos sistemas de creencias, la idea de un alma fragmentada o dividida a menudo se asocia con el concepto de iluminación y la fusión de la identidad individual con una conciencia superior o fuente divina. Sin embargo, estas nociones carecen de evidencia empírica y son de naturaleza puramente especulativa.
Desde una perspectiva científica, el concepto de alma no está definido ni reconocido. Por lo tanto, discutir su existencia, fragmentación o persistencia después de la muerte sigue siendo una consideración filosófica, religiosa y espiritual más que un fenómeno científicamente demostrable.