- Mantén la calma: Es importante mantener la calma y no entrar en pánico, ya que esto puede empeorar la situación.
- No participar: No entables ninguna conversación o interacción con los espíritus malignos.
- Protégete: Visualiza una barrera protectora de luz blanca que te rodea a ti y a tu espacio.
- Ordenarles que se vayan: Afirma tu autoridad y ordena a los espíritus malignos que se vayan en nombre del poder superior elegido, como Dios, Jesús o una deidad en la que creas.
- Buscar apoyo espiritual: Si se siente abrumado o incapaz de manejar la situación, busque apoyo espiritual de un líder religioso, sanador espiritual o consejero que pueda brindarle orientación y asistencia.
- Limpia tu espacio: Después del encuentro, puede resultar útil limpiar su espacio para eliminar cualquier energía negativa residual. Esto se puede hacer mediante varios métodos, como difuminar (quemar salvia o incienso), usar agua bendita o tocar música relajante.