En estas diversas interpretaciones culturales y religiosas, los demonios pueden considerarse entidades espirituales que son capaces de ejercer influencia o interactuar con reinos y eventos físicos. El concepto de protección contra demonios y otras entidades malévolas varía según las perspectivas culturales y religiosas. Generalmente, se emplean rituales de protección, amuletos, oraciones, hechizos, exorcismos y adherencia a doctrinas o costumbres específicas para buscar protección contra el daño espiritual.
Sin embargo, es importante distinguir entre folclore, creencias y narrativas ficticias y conocimientos científicamente establecidos. En la comprensión científica moderna del mundo físico, la existencia de tales seres y conceptos paranormales no ha sido respaldada por evidencia empírica a través de métodos científicos. Como no existe un consenso científico ni evidencia empírica concreta de la existencia de los demonios, la noción de que ellos otorgan protección sigue siendo un concepto arraigado en el folclore, las tradiciones culturales y los sistemas de creencias de diferentes contextos culturales y religiosos.