En la mitología griega, Lamia es un monstruo ladrón de niños, a veces representado como una bella seductora. En la mayoría de las leyendas, se la representa como una criatura femenina híbrida, con cabeza y torso de mujer y una cola parecida a una serpiente en lugar de piernas. Las leyendas la describen como poseedora del poder de quitarse los ojos y guardarlos en un frasco. A menudo se la conoce como la primera mujer vampiro.