Por ejemplo, algunas personas creen que existe un poder o deidad superior que creó el universo e interviene en los asuntos humanos. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde esta creencia. La ciencia no puede probar ni refutar la existencia de un poder superior, pero sí puede explicar los procesos y fenómenos naturales que ocurren en el universo sin recurrir a causas sobrenaturales.
Del mismo modo, algunas personas creen en la existencia de fantasmas, espíritus u otras entidades paranormales. Sin embargo, tampoco existe evidencia científica que respalde estas creencias. La ciencia no puede descartar la posibilidad de su existencia, pero requiere evidencia rigurosa y datos empíricos para establecer su realidad.
En resumen, la ciencia no cree en poderes sobrenaturales porque no existe evidencia científica que respalde su existencia. La ciencia se compromete a explicar los fenómenos naturales a través de leyes y mecanismos naturales, y se considera que los poderes sobrenaturales están fuera del ámbito de la investigación y verificación científica.