El concepto de una religión que adora al "Diablo" no existe en las escrituras religiosas tradicionales ni en las prácticas religiosas establecidas. Satanás representa un antagonista ideológico de Dios o de los seres supremos que se encuentran en las religiones abrahámicas como el cristianismo, el islam y el judaísmo. Estas religiones ven a Satanás como un ángel caído o una encarnación del mal, oponiéndose a la voluntad del creador divino. Es esencial diferenciar entre representaciones culturales o ideas ficticias de adoración al diablo y denominaciones religiosas reales basadas en la adoración a Satanás.