El miedo a las brujas estaba muy extendido en la Europa medieval y existían muchas leyes contra la brujería. En algunos casos, las personas acusadas de brujería fueron torturadas o incluso ejecutadas. Sin embargo, también había muchas personas que creían que las brujas eran inocentes y trataban de defenderlas.
La imagen de la bruja medieval se ha popularizado en la literatura, el arte y el cine. Las brujas a menudo son retratadas como malvadas y peligrosas, pero también pueden verse como símbolos del poder y la independencia femeninos.