Durante determinadas condiciones climáticas, como vientos fuertes, los pilares vibran y crean una variedad de sonidos, que van desde débiles susurros hasta sonidos fuertes y profundos que se pueden escuchar a kilómetros de distancia. Los lugareños llamaron a este fenómeno "los sonidos del infierno" debido a la naturaleza inquietante e inusual de estos sonidos.
La causa exacta de estos sonidos aún no se comprende completamente, pero los científicos creen que son causados por la combinación del aire que se mueve a través de las grietas de los pilares y la resonancia de la estructura única de la piedra caliza. Los sonidos pueden variar en intensidad y tono dependiendo del clima y las condiciones del viento.
A pesar de su siniestro nombre, los Pilares de Lena y sus sonidos son una importante atracción natural y se han convertido en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a sus propiedades geológicas y acústicas únicas. Si bien pueden parecer sonidos del infierno, son una maravilla natural cautivadora que vale la pena experimentar.