Las creencias modernas sobre la brujería varían ampliamente. Para algunos, la brujería es una práctica religiosa o espiritual que implica la comunicación con fuerzas o espíritus sobrenaturales. Esto puede variar desde magia ceremonial y Wicca hasta magia popular y tradiciones chamánicas. Muchos practicantes modernos ven la brujería como una forma de conectarse con la naturaleza y lo divino.
Por otro lado, muchos escépticos y racionalistas sostienen que las afirmaciones de brujería se basan en la superstición y carecen de evidencia empírica. Sostienen que los supuestos efectos mágicos son psicológicos, el resultado de causas naturales o un engaño deliberado.
Por lo tanto, la existencia de la brujería en el siglo XXI es una cuestión subjetiva y depende de las creencias individuales, los antecedentes culturales y las interpretaciones personales del término. En la comunidad científica, no existe evidencia empírica que respalde las afirmaciones de poderes sobrenaturales asociados con la brujería.